Iván Ania se mostró insatisfecho por el resultado del partido ante el Real Zaragoza.

 

El técnico asturiano compareció ante los medios tras el encuentro y no escondió su decepción por haber dejado escapar otros dos puntos que ya rozaban con los dedos. Su discurso, lejos de ser conformista, rezumó ambición y autocrítica. A diez jornadas del final, Ania insiste en que, para mirar hacia arriba, no basta con sumar de uno en uno. La victoria se convierte en una necesidad urgente si el Córdoba quiere aspirar a algo más que la tranquilidad de la zona media.

El segundo gol, la obsesión que se resiste
Ania fue claro a la hora de analizar qué le faltó a su equipo para salir de La Romareda con los tres puntos: “Nos faltó ese segundo gol. Cuando vas 1-0 y no logras ampliarlo, el partido sigue vivo y cualquier error te castiga”. El técnico lamentó las ocasiones desaprovechadas por banda y recordó que, en situaciones así, “hay que ser más definitivos y tener la capacidad de cerrar el partido”. La sensación de control que tuvieron durante gran parte del encuentro quedó empañada por un penalti evitable, que a la postre supuso el empate zaragocista.

El penalti, la amarilla y los pequeños errores que pesan
La acción del penalti fue, sin duda, uno de los puntos más controvertidos del partido. Ania, sin querer cargar en exceso contra el arbitraje, calificó la pena máxima como “rigurosa” y dejó entrever cierta frustración por decisiones que escapan a su control: “El penalti es innecesario, porque el balón ya estaba pasado. Y la amarilla a Sala tampoco era. Son pequeños detalles que nos están penalizando y se nos escapan puntos que teníamos”.

Nombres propios: Ramón Vila y Obolskii
En medio del desencanto, el entrenador quiso destacar a dos de sus futbolistas. El joven portero Ramón Vila, que suple a Carlos Marín (lesionado en el sóleo), fue uno de los pilares: “Transmitió confianza y estuvo a la altura”. Por su parte, Obolskii, aunque no logró el gol, fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa maña: “Fue un incordio constante, nos dio oxígeno y estuvo a punto de marcar en un centro muy peligroso”.

Un vestuario que sigue creyendo
La ambición sigue intacta en el vestuario del Córdoba CF. “Si queremos tirar para arriba, necesitamos una victoria ya”, reconoció Ania con sinceridad. Los tres empates consecutivos han dejado al equipo a medio camino entre la tranquilidad y la ilusión, pero el técnico blanquiverde no se conforma: “El equipo transmite buenas sensaciones, pero tenemos que transformar esas sensaciones en victorias. Cada detalle nos está costando caro, pero seguimos creyendo”.

Diez jornadas para soñar o resignarse
El Córdoba CF encara las diez últimas jornadas de campeonato sabiendo que su destino está en sus propias manos. La visita del próximo domingo a Elche se presenta como la oportunidad perfecta para convertir la frustración en impulso. Iván Ania lo sabe, y su mensaje no deja lugar a dudas: “Tenemos que sumar de tres en tres. No vale el casi. Queremos mirar hacia arriba y, para eso, la victoria es imprescindible”.