Gabi, en su primera comparecencia como entrenador del Real Zaragoza CF.

 

En su debut como técnico zaragocista, el equipo firmó un empate (1-1) ante el Córdoba CF en un partido gris, marcado por la falta de ideas y claridad ofensiva. A pesar de ello, el técnico madrileño se mostró optimista en la sala de prensa, convencido de que el vestuario tiene margen de mejora y, sobre todo, vida.

Personalidad en un momento delicado
Gabi quiso destacar la actitud de sus jugadores en un escenario complicado: “Los chicos han mostrado personalidad en una situación muy delicada. No es fácil jugar con la presión que arrastramos y han sabido hacerlo”. El técnico valoró el punto logrado más allá del juego, viendo en él un pequeño paso hacia la recuperación anímica de un equipo que necesita confianza tanto como puntos.

Un primer enfado y un mensaje claro
Aunque su tono fue positivo, Gabi también reconoció haber vivido su primer enfado en el banquillo: “Sí, claro que me he enfadado. Hay cosas que no podemos permitirnos, detalles que marcan partidos. Pero forma parte del proceso. Lo importante es que he visto un grupo receptivo y que quiere salir de esta”.

Confianza total en revertir la situación
Lejos de dramatizar, el nuevo técnico del Real Zaragoza transmitió calma y seguridad. “El equipo está vivo. Y cuando un equipo está vivo, hay que ayudarle para que salga a flote”, recalcó. Gabi Fernández, que llega al cargo en un momento crítico, se mostró convencido de la capacidad del grupo para salir del bache: “No tengo ninguna duda de que sacaremos adelante esta situación. Con trabajo, con cabeza y creyendo”.

Un punto que sabe a poco, pero que puede ser un comienzo
El empate ante el Córdoba CF dejó al Zaragoza con la sensación de oportunidad perdida, aunque Gabi prefirió ver el vaso medio lleno: “Pudimos incluso ganarlo en los últimos minutos. El punto es un inicio. A partir de aquí, solo queda crecer”.