Una vez finalizado el encuentro de ayer en Linares, la directiva ha analizado la situación y se ha decidido por la destitución de Germán Crespo, entrenador del primer equipo de la entidad cordobesa. A falta de comunicado oficial el granadino sale del banquillo y deja su puesto a otro entrenador que llegará a Córdoba en las próximas horas.
El de Granada llegaba a Linares con poco crédito deportivo, después de haber conseguido números importantes en la historia del club blanquiverde solo le podía salvar la victoria. Los últimos resultados conseguidos por el Córdoba CF le hizo salir de los puestos de play-off, por lo que, era evidente que, había que tomar medidas. Parte de la afición llevaba varias jornadas pidiendo el cese del entrenador, pero la directiva no lo ha visto conveniente hasta hoy.
Son muchos los partidos en los que el Córdoba CF no ha conseguido el resultado deseado y todas las miradas se dirigían hacia Germán Crespo como responsable de la situación. Como es normal en este deporte el primero en salir es el entrenador, aunque él no es el que marca los goles, es el máximo responsable del equipo. Quizás el objetivo que se puso al inicio de la temporada fue demasiado alto a un equipo que de la mano de Germán Crespo se paseó por todos los campos en la pasada campaña y, seguramente, no se ha pensado primero en afianzarse en la nueva categoría. La exigencia ha sido máxima a un entrenador recién ascendido que ha consumido su crédito, que deja al equipo en la séptima plaza y, posiblemente, esa exigencia no sea tan alta para algunos jugadores que vienen de vuelta, que han descendido y con experiencia en categorías superiores a la Primera Federación.
A Germán Crespo lo despiden hoy del banquillo del Córdoba CF. El fútbol es así y no hay otra forma de entender esto.