Simo Bouzaidi, en su comparecencia de prensa en El Arcángel.

 

El Córdoba CF viaja a Pontevedra donde se enfrentará al conjunto de la localidad gallega con el objetivo de obtener la victoria para seguir manteniendo las posibilidades de poder disputar el play-off. El equipo, como bien dijo Simo en rueda de prensa, sigue teniendo en mente lo sucedido en El Arcángel con el desmayo de Dragisa Gudelj, pero quieren usarlo como un extra de motivación para el partido del próximo domingo.

Todos sabemos de tu relación tan buena con Gudelj, ¿Cómo te encuentras?
– Primero quería agradecer al cardiólogo, los médicos del club y a todos los que actuaron en ese momento. Era lo primero que quería hacer y bueno, no voy a mentir llevo tres días sin dormir. Anoche fue la primera noche que pude descansar. Tengo buena amistad con Gudelj, es un intimo amigo mío. Fue una sensación de angustia, de mucho miedo y gracias a Dios está tranquilo. Dar de nuevo gracias a todo el mundo y a Dios de tenerle con vida y que está aquí con nosotros.

¿Cuál es el parte médico?
– Lo desconozco ahora mismo. Simplemente, se que estaba en planta que es cuando fui a verle. Está contento, se siente fuerte y desconozco ningún parte médico. No se lo que hay.

¿Él quiere seguir jugando al fútbol?
– Él me comentó la jugada anterior, yo le dije Gudelj cuando te vi en el suelo, si Dios hubiera bajado y me preguntara si dejaba el fútbol y él estaría entre nosotros, lo hubiera dejado. Yo le dejé claro que prefiero que esté bien antes que piense en cosas secundarias. El fútbol es una cosa secundaria ahora mismo. Hay que darle prioridad a su vida.

¿Quiere volver al fútbol o está a la expectativa de que le digan los médicos?
– Está a la expectativa de lo que le digan los especialistas. Algo le han hecho creo de estudios y ha salido bien, pero desconozco partes médicos.

¿Cómo te podría afectar a ti o a la plantilla?
– Es normal estar en esa sensación de angustia. Lo que vivimos pocas veces se vive en un campo de fútbol. Además, siendo una persona especial para mí, para el grupo y como has dicho estábamos un poquito hundidos. A medida que van pasando los días nos vamos recuperando y Gudelj nos transmitió eso, que toda esa angustia que pasamos, todo ese mal rato darle la vuelta a la tortilla, convertirlo en alegrías y buena vibra, y sacar eso adelante. Si antes teníamos motivos suficientes para darle la vuelta a esto, ahora tenemos otro.

Tres días sin dormir, ¿te ves jugando en Pontevedra?
– Sí, claro. Es verdad que no he descansado nada, pero es una motivación extra el dedicarle el triunfo a Gudelj. Creo que todos lo hemos pasado mal estos días, pero tenemos esa motivación extra del partido.

Entonces, ¿vas a estar ha hablado el club con respecto a si has cumplido la sanción?
– A día de hoy no si so voy a poder estar o no. No me han comunicado nada a través del club. Sinceramente es una opinión mía, ojalá no jugar en Pontevedra y jugar ante el Racing de Ferrol. Para mí sería algo especial. No se si será el último partido de Gudelj esta temporada o no, pero para mí sería una ilusión tremenda poder jugar ese partido y dedicarle la victoria.

¿Todo lo que ha pasado permite recapacitar al equipo y volver a unirse el grupo?
– Está claro, cuando ves a Gudelj tumbado en el suelo, José Alonso yendo hacia él estando en el banquillo te das cuenta de la unión real que hay en el vestuario. Es una situación complicada, pero en la vida hay que estar feliz porque mañana no sabes lo que te puede pasar. El grupo está más unido que nunca y eso es lo que hay que hacer. Todo ha salido bien, estamos contentos de que Gudelj esté con nosotros y el grupo está unido, el míster está con nosotros. Somos una piña y vamos en la misma dirección todos.

¿Te afecta físicamente el Ramadán?
– Físicamente no, creo que sea mental sí. Empecé los dos primeros días haciéndolo, pero con lo de Gudelj como apenas dormía, apenas descansaba y creía que lo más oportuno era comer e intentar descansar bien y cuidar mi cuerpo para llegar al fin de semana lo más cuidado posible. Mi día a día con el Ramadán, como la mayoría de vosotros sabéis, hasta que sale el sol no se puede comer.

¿Cuánto has rezado estos días?
– Muchísimo, ya lo he dicho. No se si en el momento que bajara Dios lo hubiera hecho, estaba en el palco y cuando vi a Gudelj fui directamente al campo. No se como lo hice en ese momento, pero se que vi a Diarra que estaba rezando, yo por dentro estaba rezando, estábamos pidiendo a Dios que este mes, que es sagrado para nosotros, nos de la fuerza necesaria para que saliera de esa. Gracias a Dios salió todo bien.

¿Habéis tenido la oportunidad de ver al rival?
– No hay ya zona baja o zona alta. Se está viendo que todos los equipos están necesitados de puntos y creo que no hay posición que valga. Es un partido de tú a tú, de una final y ya de aquí al final de temporada solo quedan finales.  Sí, hemos podido estudiar al Pontevedra, Óscar se encarga más de esas cosas, de la táctica y tal. Hemos podido verlo y hemos trabajado para afrontar el partido.

¿El estado del césped os preocupa?
– Lo desconozco, no he visto el estado del campo. Pero da igual si está bien o no, hay que competir y a sacar un resultado positivo para casa.

¿Qué es lo primero que le dices a Gudelj?
– Nos miramos, a mí se me cayeron lágrimas. Le dije casi te pierdo, casi no lo cuentas. Un poco más en broma para calmar la situación. El está bien, contento, como siempre. Empezamos a hablar de todo, de la vida, de lo que hay que valorar y no estar pensando en tonterías. De si me pone o no el míster. Hay que ser felices en esta vida porque nunca sabes si el día de mañana vas a estar aquí. Simplemente disfrutar del momento y ya está.