Banquillo del Itea Córdoba en un partido de la presente campaña.

 

Curiosamente, estos dos equipos comparten una fecha en el pasado reciente de muy diverso regusto. Y es que el pasado 29 de mayo las catalanas certificaban el ascenso a la División de Honor en el sector de Logroño, mientras que el Itea Córdoba caía a la segunda categoría de una manera cruel. Por ello, el encuentro de mañana supondrá como una especie de liberación para las locales, quienes, en muchos casos, podrán recuperar las sensaciones de un partido de máximo rango a nivel en la liga española.

En cuanto a sensaciones, el Itea Córdoba llega con moral tras recuperar la senda de la victoria en los partidos ante el Ikasa y el Parla. No resultaron compromisos que se podrían catalogar como fáciles y más atendiendo a contratiempos como la baja de Ángela Ruiz, quien hasta la semana pasada figuraba como la máxima goleadora en el Grupo D.

Por su parte, el Sant Quirze acude al compromiso después de sacar un valioso punto en la histórica pista del Porriño el pasado fin de semana. Y es que, tras pagar el peaje lógico del estreno en la nueva categoría, ya se ha situado a un punto de la zona de salvación. Además, un aviso a tener en cuenta: su única victoria fue a domicilio en la pista del Salud Tenerife.

El cuadro catalán está entrenado por Dolores Martín, quien ya sabe lo que es ganar en La Fuensanta con el Castelldefels en la temporada 13-14. Además, tiene en sus filas a una jugadora contrastada como Judith Sans, y a jugadoras en proyección como Ona Vila, Remei Prat o Nerea Gil.

En definitiva, un partido de “Primera” de balonmano femenino en Córdoba como los que se disfrutaban la temporada pasada. Un sorbo dulce que ofrece la Copa de la Reina. Un estímulo para seguir pensando en la realidad de la Liga.