Aroa Montoro en un partido de la pasada temporada. | Fran Pérez.

 

Repite como integrante de la primera plantilla del Adesal, club en el que ha desarrollado su formación y promoción hasta llegar a la Liga Guerreras Iberdrola, en la que debutó la pasada temporada en la pista del Rocasa Gran Canaria.

La fuensantina Aroa Montoro (4 de marzo de 1997) ofrece varias opciones al técnico Rafael Moreno, puesto que puede alternar en las demarcaciones de pivote y extremo izquierdo en el apartado ofensivo, al tiempo de que puede posicionarse como una pieza fundamental en el apartado defensivo. De hecho, apunta que “mi objetivo, en el plano personal, es ayudar en el plano defensivo para hacer un muro de la línea de seis metros”.

Y es que toda contribución resulta escasa de cara a conseguir el ambicioso objetivo trazado por el club: “El equipo buscará la parte alta de la tabla para luchar por el ascenso a Liga Guerreras Iberdrola”. De hecho, la clasificación para la fase de ascenso supondría estar la próxima temporada en la categoría de nuevo cuño que se consolidará como la segunda del balonmano femenino español.

Con todo, Aroa Montoro tiene una cuenta pendiente desde el pasado 29 de mayo y se la quiere cobrar cuanto antes: “Para muchas de nosotras, que vivimos ese sueño de estar en la máxima categoría, se nos quedó esa espina clavada tras el último partido de la temporada en Lanzarote y está marcado en mi mente”. Por ello, también recurre a los aficionados al deporte en Córdoba invitando a que “nos acompañéis cada semana en La Fuensanta”.