Se puede decir con poco margen de error que el Priego TM es el rey actual del tenis de mesa en España, circunstancia que queda sobradamente acreditada con un palmarés que recoge siete Ligas y ocho Copas. Palabras mayores para un club que está acostumbrado temporada tras temporada a estar entre los primeros.
En esta ocasión, se sabía que la empresa era muy complicada. De hecho, el partido del pasado sábado ante el Borges en la semifinal de la Liga resultó agónico. Y así, además, comenzó el partido. El sueco Viktor Brodd comenzó adjudicándose el primer punto ante Daniel Kosiba en cinco mangas. Ésa era la medida de la exigencia del partido.
Después, la suerte de la contienda cambió para bien del Priego TM. Diogo Carvalho siguió con el papel de héroe liguero en la Copa. Ante Marc Durán, salvo en el desliz del segundo set, sacó de nuevo su potente derecha para igualar el encuentro. El conjunto cordobés respiraba tranquilo y controlaba la situación antes de afrontar el punto intermedio.
Ahí se enfrentaron la veteranía de Carlos Machado con la juventud de Joan Masip. En el recuerdo del prieguense estaba el último enfrentamiento, en el que venció el catalán en su pista. Y eso hizo que el histórico número 1 español saliera advertido. Carlos Machado estuvo intenso y acertado, dejando algunas derechas monumentales para cerrar el choque y poner el 2-1.
Quedaban dos cruces para cerrar el título de Copa. El primer turno era para Diogo Carvalho, quien quiso mantener su idilio con Antequera. Poco le importó tener a un superclase como Brodd enfrente. El luso fue un vendaval, que sólo halló respuesta del sueco en el tercer set. En el cuarto, trató de prolongar la agonía del Borges, pero Carvalho terminó por rematar la faena de los reyes de España (en el tenis de mesa).