El Priego TM consiguió un sufrido punto en la visita al Borges, que demostró su condición de grande de la Superdivisión. El encuentro se presentaba como la gran ocasión de la escuadra de la Subbética para ampliar rentas sobre sus perseguidores, pero se encontró con un adversario aguerrido y sabedor de que sus opciones de Liga pasaban por no permitir un triunfo del campeón.

El primer punto de la tarde dejó a las claras cómo iba a ser el partido. Largo, extenuante y con la sensación de que el Borges estaba por la labor de agarrarse a la Liga. Lashin y Kosiba llegaron a la quinta y definitiva manga, que se llevó el egipcio pagando el alto precio de una lesión en el gemelo.
Para apaciguar entró Carvalho, a quien esperaba el siempre combativo Masip. Pero el luso, experimentado, impuso su ley del juego de derechas para firmar la igualada en el marcador a la espera del siempre esperado duelo entre Durán y Machado.

Y ahí se vio al jugador catalán especialmente inspirado. Tras el 1-1, el prieguense se vio superado por su rival, que rozó la perfección y no le dio opciones. Para el Priego TM suponía verse contra las cuerdas, aunque su ventaja era saber cómo tenía que reaccionar.

A la escuadra de la Subbética le ayudó la lesión de Lashin en el partido ante Carvalho. El egipcio salió con un aparatoso vendaje y sólo aguantó cinco puntos. Con el 2-2, el duelo entre Kosiba y Durán decantaría el resto de la contienda. El magiar sacó a relucir su juego y neutralizó a Durán, que no estuvo al mismo nivel que en su partido ante Machado. El conjunto prieguense se aseguraba un punto, que visto el desarrollo de la contienda ya se podía dar por bueno.

Quedaba el partido de Machado con Masip, pero al número 1 no le salieron las cosas a su gusto. El catalán le llevó al límite, le incomodó y terminó por anotarse un partido que le daba un punto a su equipo ante el Priego TM, que sigue dependiendo de sí mismo para ser campeón, pero que dejó escapar una ocasión pintiparada de acercarse más a su sexto título.