Feliz. Así se vio a Miguel de las Cuevas en la zona mixta de El Arcángel al término del partido ante el Mallorca. No podía ser de otra manera. Marcó un enorme gol y además el equipo ganó. El jugador era consciente que hacía falta una victoria así “hubiera estado mejor no sufrir tanto porque nos va a dar algo algún día de estos, pero lo importante era ganar y a ver si con este triunfo tan costoso y con tanto sufrimiento nos sirve para cambiar esa dinámica que llevamos arrastrando todo el año y a partir de ahora empiezan a salir las cosas mejor. Yo creo que este equipo tiene algo especial que al final en los momentos muy complicados siempre resucita y a partir de ahora a ver si vamos para arriba”.
El centrocampista, que falló un penalti, explicó que “tenía confianza y creo que es el segundo que fallo en toda mi carrera y al final se me ha ido alto el balón. Si esto me hubiera pasado hace cinco o seis años me hubiera venido abajo. Ahora hay que pensar en ayudar al equipo. He tenido la suerte de marcar el tercero que nos daba un poco de tranquilidad, y muy contento por el partido y sobre todo por los puntos”.
Considera que la victoria de hoy era “vital, nosotros intentamos quitarnos un poco de presión y de ansiedad de decir que son finales, pero desde el fondo y desde dentro sabemos que no se nos pueden escapar más puntos, sobre todo en casa”.
Ya al final, De las Cuevas tuvo un rifi rafe con el meta bermellón, Reina, pero el jugador blanquiverde quitó hierro al asunto y matizó que “son cosas del partido, que estás caliente, y decía que estábamos perdiendo mucho tiempo, pero luego ha venido me ha pedido disculpas y lo hemos arreglado”.