Dani Castellano trata de cortar el avance de un jugador majariego.

El domingo (12:00) visita El Arcángel, por primera vez en su historia, el Rayo Majadahonda, un equipo fundado en 1976 que sólo ha militado cinco temporadas en Segunda División B, las tres últimas de forma consecutiva en las últimas tres temporadas. En la pasada, logró el ascenso a Segunda División después de quedar campeón del Grupo I. En su debut en el fútbol profesional, en la categoría de plata del fútbol nacional, consigue llegar al duelo con el Córdoba, último de la primera vuelta, fuera del descenso. Lo hace marcando la barrera de la permanencia con una renta exigua pero suficiente por ahora de un solo punto sobre los puestos de descenso.

Al frente del equipo se mantiene Antonio Iriondo -que no estará en El Arcángel al estar hospitalizado-, un técnico ya veterano que cumple su cuarta campaña consecutiva al frente de los majariegos, aunque en la primera de ellas fue destituido y luego vuelto a repescar. Con el único objetivo de la permanencia, la plantilla sí ha sufrido una profunda remodelación respecto a la que logró el ascenso, aunque sin ningún fichaje de relumbrón, pero con muchos de los llegados con experiencia en Segunda División.

El conjunto madrileño llega con una dinámica de seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria, en las que ha sumado sólo dos puntos, el último tras el empate ante Las Palmas cosechado en la pasada jornada.

Es complicado adivinar cómo saldrá tácticamente el conjunto madrileño ya que su técnico aboga por no encorsetar tácticamente a sus equipos para que sus jugadores piensen y den soluciones al juego, aunque suele jugar de inicio con un 3-4-3 que convierte rápidamente a un 5-3-2 o 3-5-2, e incluso puede dibujar un 4-4-2 con el centro del campo en rombo.
Con Basilio en portería, aunque ante los canarios jugó Ander Cantero, Antonio Iriondo suele alinear por delante a tres centrales. Luso y Morillas son habituales acompañados bien por Rafa López, bien por Héctor Verdés o incluso por Galán o David Andújar, aunque la lesión de última hora de Morillas hará cambiar los esquemas al técnico. Todos ellos son jugadores veteranos, que se muestran expeditivos, pero adolecen de rapidez e incluso de contundencia y que suelen cometer errores en la salida de balón.

Por delante, suele combinar en el doble pivote el perfil más defensivo de Óscar Valentín, aunque también posee calidad para iniciar y distribuir el juego, con la innegable calidad de Enzo Zidane, sobre todo en el último y definitivo pase. Junto a ellos, el técnico utiliza habitualmente a Fede Varela, un jugador cargado de calidad que contribuye a que el juego del Majadahonda sea fluido y se asome con facilidad y cierto peligro al área rival. Para alguna contingencia, Antonio Iriondo dispone del polivalente Luso Delgado, Verza -dos exblanquiverdes que, a pesar de su veteranía, están rindiendo a buen nivel- o Nico.

En los costados del centro del campo, ejerciendo la doble función defensa-ataque, Carcelén por la derecha y Fran Varela, por la izquierda, dos jugadores que ofrecen garantías en defensa y mucho peligro en ataque por su buena salida, profundidad y desborde. Jugadores como Benito, Jeisson y Toni Martínez. Y arriba, confía en Aitor García y Aitor Ruibal, dos jugadores rápidos, que se desmarcan y descuelgan bien y no que dudan a la hora de disparar.