Pablo García, presidente del Cajasur Deportivo.
Este viernes arranca una nueva temporada para el CajaSur Deportivo Córdoba de Fútbol Sala, la tercera consecutiva en la categoría de plata, y lo hará con la participación en la Copa de Andalucía, que se disputará a partir en Jerez de la Frontera, y donde el conjunto presidido por Pablo García se medirá en cuartos de final al Monachil.
¿Cómo afronta Pablo García su nueva etapa en el Cajasur Deportivo, ahora centrado exclusivamente ‘sólo’ en labores de presidente y no como entrenador?
Pues en un principio, bien… Ganas tenía de poder dedicarle más tiempo a la presidencia, al equipo y a la gestión que, en definitiva, son necesarias porque te dan una estructura, una economía y una tranquilidad, que si careces de ellas, pues estás dando palos de ciego. Por eso tiene que haber una persona que dirija el club como máximo representante y que controle todos los temas y esté pendiente de todo en general. Yo lo asimilo como un rol que quería asumir desde el principio.
El primer equipo queda en manos de Salva Chía…
De momento, he de decir que las sesiones de entrenamiento no las he podido ver, porque entre que cambiamos de escenario para entrenar, tengo que mover material, hablar con las jugadoras, cerrar fichajes… pero estoy satisfecho; es una persona que sabe, que tiene mucha predisposición, es estudioso y unas características por las que creo que hemos hecho una buena incorporación.
El fichaje de Salva Chía implica también cambios en el cuerpo técnico.
Sí, evidentemente. Estoy pendiente de confirmar una delegada, cuyas funciones está ejerciendo momentáneamente Chío (Rocío Funes), pero que se hará cargo del equipo de Provincial, por lo que ambos puestos no son compatibles, y una vez que ya vaya a empezar la temporada la estructura técnica la tiene que organizar el propio Salva, al igual que cuando yo ejercía de entrenador, me gustaba llevar mi propio cuerpo técnico, con mi preparador físico y mi gente de confianza que aporte esa tranquilidad en unos aspectos que te permite por tanto centrarte más en lo que es el tema de tácticas, técnicas y juego.
¿En qué punto están las relaciones con las instituciones?
En ninguno, la verdad… Por parte de Diputación, perfecta, todo hay que decirlo, pero el problema viene por parte del IMDECO, porque ahora mismo estamos todos los clubes de Córdoba pendientes de la resolución del pasado ejercicio 2017/2018 y de saber qué va a pasar con este 2018/2019. Nosotros, y cuando digo nosotros me refiero a todos los clubes, estamos con la incertidumbre de saber qué hacer, y es un tema al que hay que ponerle solución cuanto antes.
Se entiende que hablamos de un apoyo económico necesario para que el club pueda subsistir adecuadamente.
Un apoyo muy muy importante. Agradecido de siempre al Ayuntamiento y al IMDECO por el apoyo recibido todos estos años y que yo creo que seguirán mostrando, y que tan sólo son momentos puntuales y coyunturales que tienen que solucionar porque evidentemente no pueden tener al deporte cordobés paralizado por eso, porque las ayudas del Ayuntamiento y del IMDECO son fundamentales, claro.
Y más allá del apoyo económico, ¿perciben apoyo presencial en los partidos?
Pues no. Yo creo que el fútbol sala femenino no está valorado en su justa medida, y cualquiera lo puede ver. De verdad, ojalá el palco se llenara y estuviesen ahí todos, pero probablemente allí estaremos sólo integrantes de la junta directiva, delegados y ya está. Pero sería deseable, y hago un llamamiento desde aquí para que vean y se enamoren de este deporte, aunque realmente no hace falta una invitación expresa porque las instituciones tienen siempre el Palacio de Deportes de Vista Alegre abierto para ver a nuestro CajaSur.
¿Percibe Pablo García discriminación hacia el deporte femenino?
Sí, totalmente. Pienso que la igualdad de género aún no ha llegado a este deporte, pero en todos sus aspectos: selección, clubes… es un deporte en el que el trabajo de la mujer es absolutamente el mismo que el del hombre, con las mismas reglas y las mismas sesiones de entrenamiento, pero seguiremos luchando para que el reconocimiento sea también el mismo.
Volviendo a la actualidad deportiva del equipo, ha habido algunos cambios significativos en la plantilla.
Principalmente refuerzos. Hemos mantenido el bloque del año pasado, y han venido incorporaciones como Nuria Vizuete -procedente del Estudiantes- y Rocío Gracia -del Elche-, y también estamos pendientes de algún fichaje más. La plantilla cuenta actualmente con ocho jugadoras más la aportación del equipo Provincial y el Cadete, y no es suficiente para mantener un nivel digno y competitivo durante la temporada. Durante este mes de septiembre espero cerrar algunos fichajes más, pero estamos a la espera de que se aclare su situación laboral.
En los últimos años, Córdoba ha experimentado un boom en el fútbol sala, con presencia de jugadores cordobeses notables en Primera división y en la Selección Española, con el ascenso del antes llamado ITEA a Segunda… ¿este auge ha beneficiado de algún modo al fútbol sala femenino?
Yo creo sinceramente que no, porque el fútbol sala femenino ha llegado tan alto en nuestra ciudad, proclamándose campeonas de Liga y de Copa, que en el momento en el que las instituciones dejaron de apoyar a nuestro equipo, ha bajado inevitablemente. El reflote que estamos experimentando ahora mismo es consecuencia de muchísimo trabajo. Sabemos que el fútbol sala masculino atrae muchísimo más, pero en ese sentido no creo que beneficie ni que perjudique al femenino, aunque cabe decir que si el equipo masculino del Córdoba CF llena Vista Alegre un sábado, gran parte de ese público ya no iría al día siguiente a ver al CajaSur femenino. Aun así, yo emplazo a la gente que acudan a ver a nuestras jugadoras, porque no van a notar ninguna diferencia, ya que es exactamente igual: la técnica, la emoción, los goles, la competitividad… lo único es que el potencial físico del hombre no lo tiene la mujer.
¿Qué objetivo se marca el CajaSur Deportivo Córdoba para esta temporada?
Principalmente, mantener la categoría. En la situación en la que estamos, ése es nuestro objetivo, a ser posible sin pasar tantos apuros como el año pasado, donde estuvimos en la parte baja, coqueteando demasiado con la frontera del descenso… Esperamos vivir una temporada más tranquila, ya con mi propia incorporación en la directiva planificando desde ya la siguiente campaña e ir planificando cosas a medio plazo, e ir subiendo poco a poco cada vez más e ir aspirando a cotas más altas.
La primera piedra de toque será este viernes en la Copa de Andalucía… ¿Cómo enfocáis este torneo?
El otro día lo hablaba con Salva y con Chío, y llegamos a la conclusión de no descartar nada, pero lógicamente no hemos tenido el ritmo de competición y de juego de otros equipos. Llevamos tres semanas de entrenamientos: en la primera decidimos no disputar ningún amistoso porque apenas llevábamos cuatro sesiones, en la segunda no podía el entrenador ni había cuórum suficiente para organizar un encuentro, y ahora ya en la tercera nos venía encima la Copa de Andalucía. Aun así hemos llevado a cabo muchos partidos entre las propias jugadoras y sólo nos falta coger un ritmo de juego y eso llega con los partidos; por eso en Jerez vamos a intentar hacer un papel digno pese a enfrentarnos a rivales que llevan más tiempo trabajando que nosotros, pero pelearemos todo lo que podamos y más.