Temprano, para no sufrir los rigores de las temperaturas veraniegas, pero con casi media hora de retraso, llegó la plantilla del Córdoba a la Ciudad Deportiva para iniciar su primer entrenamiento de la nueva temporada, a las órdenes de Francisco Rodríguez. Con la ausencia de Pawel Kieszek y Bruno Montelongo, que aún no han llegado a Córdoba; la del lesionado Marcos Lavín, lesionado, y con la presencia del meta Llamas para acompañar a Stefanovic, y la de Sebas Moyano, una vez que plasmó su vinculación al conjunto blanquiverde, el técnico planteó una sesión de trabajo algo exigente para ser la primera, en la que durante cerca de hora y media se ejercitaron los 24 jugadores que estuvieron presentes, aunque en el tramo final, ni Jaime Romero ni Edu Ramos, con molestias musculares, tomaron parte.

Tras una serie de estiramientos y un circuito de fuerza, los jugadores se repartieron en cuatro grupos para realizar dos series de carrera continua de doce minutos cada una de ellas, finalizando con unas series de toque rápido en un campo reducido, para propiciar los movimientos rápidos y los desmarques para recibir el balón.

El retraso en el inicio lo propició el presidente de la entidad, Jesús León, que estuvo en El Arcángel para recibir a los jugadores, con los que dialogó brevemente para darles la bienvenida a la nueva temporada. Posteriormente, Jesús León se personó en la Ciudad Deportiva, donde también cambió impresiones con los jugadores y el técnico.